viernes, 18 de enero de 2019

En boca callada... ¿En serio?

"El que acepta sufrir, sufrirá la mitad de la vida; el que no acepta sufrir, sufrirá durante su vida entera". (Confucio).

De Confucio y otros pensadores que crearon doctrinas fiarse... ¡bah!. Yo prefiero estudiar para saber sino preguntar pues de no poseer la respuesta desde el principio callo o me voy con viento fresco. Ninguna amiga ida puede decir que le pregunté adónde iba por no saber la respuesta. De mí se comenta en el pueblo de Patricia que no existo porque mi esposa es soltera o viuda. En parte tienen razón las lenguas viperinas: uno es viejo cuando no está en ninguna parte, como Dios sin su María.

Hoy es uno de esos días que si pudiera a una amiga ida le daría con la puerta en las narices por arrogante: ¿A quién se le ocurre contestar en una red social un mensaje anónimo? Pero hay más, al mensaje contestó con dos mentiras y un perdón. 

Esta noche en la radio -aclaro que por la noche escucho la radio y no sé si en realidad es verdad o mentira lo que escucho porque tampoco sé si estoy durmiendo, dormido o despierto-, opinaban de los agujeros negros que todo lo tragan: planetas, satélites, incluso galaxias o etcétera. Todo les viene de perlas a los agujeros negros, como a una amiga ida que se empeña en sufrir y sufre. Pues que sufra por no saber callar o romper el silencio con la palabra... Una amiga ida no es consciente del poder de la palabra. (Si me lees, estoy seguro que tomarás nota, porque hoy he escrito lo que realmente importa). Gracias.

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