Un secreto no necesita explicación ¿? Una mentira sí. Ganar, perder, lo que importa es seguir sin mirar atrás. Aparca esos rencores o, como yo, darás en loco. Y eso es malo o peor que malo si no lo manejas como locura a tu favor. ¿Comprendes?
Siembra una duda en la mente de tu mejor amigo (y dale a la rueda) y dará en loco. Y ya me explico: Las vidas paralelas se juntan en Les Seniaes, y paseando por Les Seniaes, y en un recodo del camino (ay, no me negarán ustedes que cada día que escribió me parezco más a Arturo Pérez-Reverte. De mi casa a Les Seniaes escribo dos capítulos y medio del libro) me encontré con un amigo más sordo que yo y más viejo, también más feo, y antes de desearle buen día y la salud que no falte (cosa rara que un amigo, digo amigo y digo alguien, se adelante en un desearle buen día y la salud que no falte), me felicitó porque Patricia había encontrado ocupación (como si tener dos hijos y un padre como yo no fuera suficiente ocupación). Le contesté sí, los dos estamos muy felices. Pero él a lo suyo: "No creas que me lo contaron en el bar, yo no soy de esas, me lo contó mi esposa, y en casa". Claro, ¿dónde sino? Y venga a lo suyo: "Bueno, ya sabes que por ahí se habla de tal y cual y Pascual". Santísima, ni en Les Seniaes... Ni en Les Seniaes. Y ya acabo: "Te dejo que llevo prisa". "Bueno, bueno, bueno cuando mi esposa me dijo...". "Tranquilo, sé que has venido exprofeso a felicitarme a Les Seniaes porque mi hija encontró ocupación, y te lo agradezco hoy, como si me hubieras felicitado hace cuatro años que fue cuando encontró la ocupación...". (Cuando oyó que hacía cuatro años que había encontrado la ocupación puso la cara de "me gusta" en Facebook cuando te clavan un puñal por la espalda). Cuando el resentimiento se escandaliza... Hoy por ti mañana por mí (o viceversa). Gracias.
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