lunes, 30 de enero de 2017

Hoy es 30 de enero.

"Día Escolar de la No Violencia y la Paz".

Hoy es un día particular y le explicaré a Ian el pensamiento de Isaac Newton: "Los hombres construimos demasiados muros y no suficientes puentes". También se lo explicaría a Donald Trump, pero no dejaría que me acercara. Y a una amiga que cambió sus caderas de acera (me cuesta olvidarte), pero tampoco dejaría que me acercara. Sin embargo, hasta que me conoció no supo que era humana y no diosa de la pasarela.

Viene al caso (disculpen por sacar una experiencia propia a pasear) mi esposa superviviente de cáncer, heroína que es más. Mi esposa me enseñó que vale la quimioterapia y vale radioterapia para el cáncer y sus consecuencias, pero poner a prueba tu fortaleza con cambios de actitud, una dieta más sana, te quiero amor, y un cubo como un estanque al pie de la cama para vomitar es fundamental. Joder, dona, cómo duele la memoria, hay recuerdos que no se van de la memoria ni idolatrándolos. Y duele una amiga que se miente para olvidar quien fue y no quien es. Duele porque un día el maligno también llamó a su puerta para quedarse y el amor de amiga... Duele el amor que no levanta puentes.

A Ian yo le enseño a ser agradecido, a dar las gracias por todo a todos y a todas. Pues resulta que, como bebé, solo da las gracias cuando recibe. Que nadie le pida su "amoto" o su "trator" o cualquier otro juguete porque desata la ira y con la ira aparece el arrebato y la obcecación y entonces hay que ponerse en lo peor. Ian, como bebé que es, solo aprende con buenas palabras y los mejores ejemplos. No, Ian, si no dejas no te dejan, ni quiero que te dejen hasta que aprendas a ser agradecido. En el Día Escolar de la No Violencia. Y la Paz. El éxito hace estragos en la gratitud.

A veces una es apenas hasta que conoce a otra y la llena de esperanza, hablo de amor (que no Ian, así no: aprende a dar y recibirás), esa otra es la persona más humana que pocos pueden imaginar. "Nunca aprenderás: El problema no soy yo. Cambia de acera tus caderas cuantas veces quieras. El problema no soy yo, eres tú y tu amiga agraviada. A mí me puedes insultar, o poner en mi boca palabras mentirosas, porque nunca te dejaré de querer. Recuerda a Isaac Newton: cuando menos no levantes muros". Bebiste las mieles del amor de amiga y no recuerdas el manantial. Gracias... (de nada).

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