Otra y otra y otra agresión homófoba en Valencia... Una niña de 15 años molida a palos por diez personas (digo personas y diría animales, pero prefiero agraviar a las personas que a los animales), me obligó el martes a volver a mi mundo y escribir "Mi niño". En este mundo hay demasiada homofobia y no sabría explicarme. Y hoy escribo una queja con llanto y recuerdo a la familia, los hijos. La familia. A mi niño lo llevo en los adentros y no le dediqué un día en el calendario como a su hermana. Por norma dedico unas palabras en de soslayo el día del nacimiento de mi esposa, mis hijas, mis nietos y personas que son mi familia por elección. Mi niño es mi familia y lo quiero más que siempre (cómo no querer ayer y siempre a un niño inefable: solo amor), pero no le dediqué un día en el calendario porque nació el mismo día que mi niña... El libro de familia discrimina, el amor no. Hablo de Kristel y hablo de él (sin nombre, porque es menor y no tengo la licencia de su madre para nombrarlo). Desde ayer y por siempre, mi niño tiene en de soslayo un día de honor por amor. (Y a esa pestilencia homófoba...). Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario