Defensor de causas perdidas de antemano, pero sin paciencia para las estupideces que le salían al paso, y con la absurda manía de decir siempre lo que pensaba sin atenerse a las normas de lo correctamente político, quién fue leal a sus valores lo consideran persona non grata... Ahora, vencido, lo que le disgustaba no le disgusta y solo aspira a retomar su vida desde el punto exacto donde la dejó. Si logra superar la pena, no será difícil. Hablo de un hombre enamorado de la poesía, pegado a la ironía y con libros en sus estanterías y tiempo para leer. Y escribir. Le apasiona escribir. Con el tiempo tendrá su propio estilo, o en todo caso, sabrá lo que nunca supo. Un hombre no echó cuentas de lo que sabía, pero ahora las echa y sabe, y quiere que la sabiduría le acompañe y lo oriente por el camino. Y le ponga a prueba, por si se le ocurre arreglar la cabeza y vivir sin acuse de recibo hasta que agonice (si supiera que sanar de la cabeza conlleva dejar de escribir se haría el harakiri). Nada es para siempre. (Mientras amanezca un día, se aconseja a sí mismo huir de los amores atados a una noria). Gracias.
tu texto me recordó a una canción de Jorge Gonzalez, lider de la banda Los Prisioneros...
ResponderEliminarPonte las botas, coge la mochila
Baja la escalera y dime adiós
Nada es para siempre
Sanamos tarde después de enfermarnos
Lloramos con la cara fría en el alcohol
Habrá mañana que tomar las riendas
Pedirle al cuerpo un paso más de comprensión
Nada es para siempre
"Sanamos tarde después de enfermarnos". Nada más cierto. Gracias.
ResponderEliminarSalud.