Hay días que sí y otros... De una mujer, además de una dama, que diría el Sabina, quiero decir que es garantía ética, como lo ha sido en todas las facetas de la vida que recuerde. Y es que por dónde quiera que ha pasado ha dejado su impronta de laboriosidad y honestidad que puede ser igualada pero difícilmente superada. Con la terquedad de los serios, la firmeza de los buenos y la tozudez de quien se sabe útil y comprometida con las mejores causas, es y ha sido un ejemplo de honradez y transparencia. Como el mar y el cielo ante un verso de Benedetti... O un café al doblar la esquina (recuerda). Y por aquello de que la mejor forma de decir es hacer. Más allá de las pasiones, es hora de reconocer que las personas que por su honor y no por su fortuna. Cuando todos estamos hartos de pantanos sin agua, de olas de calor, de impunes colindancias, ahora, uno, yo, feliz, de una mujer, además de una dama, puedo decir abiertamente que la quiero y que le vaya bonito. Y fue todo.
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