Se llama Roxana Herrero.

"Me he ido de muchas personas porque un día nada más abrieron las puertas de su corazón para enseñarme el camino de salida. Me salí de futuras experiencias, de las sonrisas de mañana a estrenar, de las aventuras de escapadas a la montaña. Me salí de afectos que aprendí a querer, los afectos más nobles, me salí de la alegría por un tiempo. Me sentí despedida de un trabajo que me apasionaba. Me sentí excluida de un elenco en una historia sin fin. Me sentí sola, finalmente. Pero era la soledad por una o por dos o por tres personas en distintos momentos de la vida, era una soledad cruel. No sabía el por qué y eso era angustiante. Sabio fue el tiempo, con el tiempo marchando encontré respuestas. Descubrí que los lazos a veces no pueden durar, tienen fecha de vencimiento en una dirección y esa fecha marca el inicio de espacios nuevos para llenar y enriquecerte más. Sin embargo, no sólo el tiempo sino la distancia hacen que las amistades más espectaculares palidezcan, se debiliten. Lucho contra eso y entonces acudo a mi memoria para sentirme con esos pasajes que supieron darme alegría, es cuando brindo por tu AMISTAD". (De cuando en vez ocurren cosas. Roxana, Rox, sin haberse ido, ha vuelto al amor y la santa poesía. A pesar de un mar inmenso y algún descuido de la María. Una inyección de vida en vena para mí). Te quiero.