"¡5 melones 5 euros!". Uy, no me digan más: Entró el verano. Vaya que sí. Y saldrá cuando por 3 euros nos den 5 melones.
Tengo escrito que no soy persona de decir siempre la verdad. A veces sí, pero procuro no dar pistas. Mis sentimientos a flor de piel no ayudarían a mi causa. Como Él, yo siempre tengo un plan. Lo digo para que nadie crea lo que digo ni lo que callo. O sí. Pues bien, de paseo por los medios de comunicación encontré un pensamiento profundo de Woody Allen: "La vida es un proyecto estúpido y sin ningún tipo de sentido. La única manera de sobrevivir es contarse mentiras". Allen ha hecho que mis principios éticos se tambaleen. No me da opción a decir ni en un desliz la verdad. Woody Allen no es cualquiera, sabe y me fío, pero me obliga a replantar la línea editorial en de soslayo: dejo de escribir al amor y la santa poesía y algún descuido de la María. Me dedicaré tan solo a la ciencia ficción. Y recomendaré cumplir las leyes de carácter excepcional supeditadas únicamente a un proceso restringido y ordenado. (Entró el verano. Cuídense que el bicho sigue ahí y sean felices). Gracias.
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