miércoles, 16 de junio de 2021

Cabeza, no tripas.

Ayer el ordenador que me ordena me dijo que se tenía que actualizar y que fuera a tomar café. Pues bien, se actualizó o no pero no volvió a encenderse y llamé a un experto y cuando tenga libre su agenda vendrá y lo reparará. Si tiene reparación. Ojalá que venga y lo repare y la factura, ay, la factura y el dinero que no llega para pagar el recibo de la luz. Porque sí, todo sigue igual. Ayer en Barcelona un señor mientras la policía le pedía, por favor, que buscara alojamiento de urgencias en otra casa y otro barrio porque el banco lo desahuciaba sin considerar siquiera su salud mental y su económica después de año y medio de pandemia, se tiró por la ventana y fin de la tragedia. Si esperamos de brazos cruzados que los problemas... Como el que quiere que le toque la primitiva sin comprar la papeleta. Y vuelvo al precio de la luz que en mayo fue el más caro de la historia d.C. y en junio será aún más caro, al menos de la historia a.C. En ese plan volveremos a los tiempos de mi güela, a la vela y el candil, y al véspero a la cama que hay que madrugar. (Un experto lo arregla. Y la culpa no tiene dueño). Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario