Qué haría la rubio manchego para que ahora Pablo Casado no quiera oír su nombre. Antes eran amigos. "Requeteamigos". Hasta hay quien dice que le debe el puesto de presidente del PP. La amistad en política no vale nada. (Tengo pruebas). La política es un círculo vicioso, la pescadilla que se muerde la cola, así que tal vez la amistad es lo de menos, lo de más es el cómo, y el por qué, y adónde está la llave del erario. Los políticos aseguran que las hipotecas en la política no se pagan, se condonan, o se saldan con el resultado de unas elecciones, pero no sé yo, al PP le siguen saliendo ranas de las charcas y no llueve. Yo, si fuera Pablo Casado, me pasaría al teletrabajo hasta que se solventaran los casos abiertos en los tribunales. Que otra vaya a Marruecos a hacerse notar y otro mañana a la Plaza de Colón a hacerse el invisible. Las balas las carga el diablo. La carrera por la presidencia del gobierno a dos años vista, de no ser Fernando Alonso, es suicida y mejor sería ir en patinete... (Si no te cuestionas nada imagino que es cuando tiene sentido tiene la fe. Ay, qué noche. Mañana sigo). Gracias.
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