Ayer y hoy, y toda la semana, si en realidad es el principio del fin, y el fin es la muerte: amar o morir, ser o no ser. Y vuelvo al viernes y al soliloquio del poeta. Esa es la cuestión. La cuestión esta semana, si es la muerte tiene guasa. A la guasa la RAE le asigna dos acepciones: gracia y sosería. Pues va ser verdad que vale más caer en gracia que ser gracioso. El amor es el alma de todo. Y todo es todo: el ser o no ser del poeta. Cruel como un secretario municipal y empoderado como un usurero en tiempos de crisis. Joder, dona, ¿y yo por qué no adulé el amor? "La adulación, bajeza del que adula; engaño del adulado y aún bajeza de los dos; porque su bajeza muestra el que gusta de su adulación, que no se fía en el valor de sus méritos". (Francisco de Quevedo). El secreto de tenerlo todo es creer que ya lo tienes. Vaya, dije creer y quise decir saber. Lo que no sé, pero sé de qué depende, es si un día iré de la mano del amor o de tirios y troyanos. Si tirios y troyanos hacen las paces y me invitan a ir con ellos sería épico. (Olvida las monsergas: el mejor secreto es saber lograr los mejores sueños). Gracias.
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