sábado, 23 de mayo de 2020

Sin ganas de casi nada.

Sin ganas de escribir, eché un vistazo a los diarios y la Biblia o Poesía: los diarios son vomitivos. Y de la Biblia, Isaías 42,3: "Canten al Señor un cántico nuevo. Que lo alaben desde los extremos de la tierra todos los que se hacen a la mar y todo lo que hay en sus aguas; todas las costas y sus habitantes". Ayer, viendo jugar a Ian, Enol y Diego tuve la sensación de que la pandemia para ellos era no ir a la escuela. La vida sigue. Cuanto menos aprendamos a hacer las cosas mejor, a no esperar ver la sangre a flor de piel ni la cabeza trastornada. Aprendamos a ser justos porque la justicia vendrá por nosotros y vendrá por el camino de la verdad. Será ley o no pero si es justicia vendrá por el camino de la verdad. ¿Me explico? En asuntos del corazón vale más una relación de hola y adiós que una relación rota. Las cosas se hacen bien o no se hacen. De cerca sigo las cosas y no dejaré de aprender pasando hambre de amor indefinible. (¿Te atreverías a negar que lo nuestro es especial? Todo es borroso para mí, todo menos eso que apenas percibe este miedo, estas imprevisibles ganas de besarte). Gracias.

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