domingo, 17 de mayo de 2020

A quien tuvo y no supo retener.

Recuerdo a una amiga decir: "se fue uno y vino otra y perdí con el cambio". Vale entonces lo malo conocido que la Shakira con Piqué. En Estado de Alarma yo también cambié a Patricia por mi esposa pero gané con el cambio. (Patricia habla sola y mi esposa no me deja hablar. ¡Sí, cariño!). El paseo con mi esposa es un paseo rápido y artificioso como el de Rajoy... Creo que mi esposa vota al PP... Bah, mientras no vote al partido de las tres letras. Mi esposa no me deja hablar pero bella, digna de interés, auténtica como el pan recién horneado, nunca enmudecen sus labios cuando me voy sin haberme ido... A mí me gusta conversar y negar la conclusión, pero más me gusta escuchar a mi esposa: es un libro sabio que se lee a través de su corazón con palabras de ánimo y esperanza. Si hay gente que mal la quiere no la conoce ni se conoce. Y su vida no da para endulzar un café. A quien le guste el café con azúcar que a mí me gusta negro y sin azúcar. Y las pastas de té que no falten. Hoy tengo motivos para no estar del todo feliz, pero casi feliz pesan más las alegrías que las tristezas. (A esos otros amores que van perdiendo egos por el camino que hagan lo que tienen que hacer y pronto). A quien tuvo y no supo retener. Gracias.

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