Un semáforo se pone en verde y rojo a la vez esperando por el ámbar. O por el coronavirus que ha venido para quedarse. Andan por el Barrio de Salamanca (Madrid) de caceroladas los más necesitados pidiendo amarraditos, como el bolero, la dimisión del gobierno. No es cercenar la libertad de expresión, es que las caceroladas amarraditos llevan a la muerte. No sean estúpidos, pidan la dimisión del gobierno empezando por Pablo Iglesias, pero recuerden a Fernando Simón: la mejor mascarilla son dos metros (o dos muertos. A elegir). Yo, como el alcalde Almeida, quiero saber si sí o si no, para saber si sí o si no pasamos de fase para ver a mis nietos. Ni Rajoy lo hubiera explicado mejor. El semáforo no se pone en ámbar y vivo en un ¿qué? Vivo en el departamento sanitario en el que Ximo Puig, presidente de la Generalidad Valenciana, con el mismo informe que le negaron la Fase 1, quiere que le den (ahora sí), la Fase 1, pero sin juntarnos diez personas. El problema no son diez personas, el problema es un hospital con mil plazas de garaje a euro la hora sin UCIs y médicos a 1.025 euros al mes (los contratos basura que nos tiene acostumbrados el PSE desde que perdió la O). En el pueblo de Patricia y en otros pueblos no tenemos alcaldes que sepan y le digan a Puig... O si saben callan para seguir comiendo en el pesebre. Gracias.
Aclaración al texto:
Lo de arriba lo escribí en la noche de ayer y hoy por los medios me entero que a la Comunitat Valenciana, "el ministro de los coronavirus" le dio el visto bueno sin restricciones y pasamos a la Fase 1 y podré ver a Kristel y Diego, ay. Todo lo demás es cierto y seguimos sin UCIs pero con plazas de garajes y médicos con contratos basura y políticos comiendo en el pesebre. Perdón, también aclaro, o recuerdo, si es que importa a alguien más que a mí, que el PSE ha perdido la O y nadie la busca.
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