viernes, 28 de diciembre de 2018

No te salves.

Y otra vez a contar vivos muertos. Como tantas otras veces, ay, y las que me quedan si no ocurre un milagro... Lo digo de cuando en vez: "hay vivos que están muertos y no lo saben". Será desgana, será que no aprenden... será desamor porque amor no es. Y ahora qué hará sin mí sobre un campo minado de recuerdos y un futuro de miedos y reproches. La miro y no la acabo. Porque no sé explicar lo que siento, recurro al poeta de la vida y el amor: Mario Benedetti. "No te salves". Gracias.

No te salves.

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
solo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo
pero si 

pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
solo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Autor: Mario Benedetti.

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