Cuando a Ian le da por leerme cuentos me hecho a templar porque me levanta dolor de cabeza... Además, Ian aún no sabe leer. Que yo escriba el día que me gusta no debe tener que ver con que Ian me lea cuentos sin saber leer... ¿Adónde irá en busca de historias que evocan tiempos vividos si no tiene pasado? Ian es mera fantasía, un esclarecedor de la vida. Desde que vivimos las crisis creo lo que me cuentan, incluyo a Ian. Naturalmente antes que a cualquier gobierno o al propio Banco de España. Llegará un día y volveremos a anhelar momentos y oportunidades reales de futuro, esperanzas en las que creer y salvarnos de la debacle a la que nos volvemos a encaminar. Mientras, y por si el encargado de anotar los amanecidos del día siguiente no cuenta conmigo, mi momento es ahora, luego otro y en ese plan seguir viviendo el día que escribo. Gracias.
Carpe Diem ...
ResponderEliminar