jueves, 6 de diciembre de 2018

Entre risas y alegrías.

Creen que lo saben todo y saben lo que saben, que no es sino que rayan la estupidez pero callan. Algunos disimulan, otros olvidan y la mayoría no recuerda. Yo soy de los últimos que en algún sitio leí que los últimos serán los primeros, pero no lo sé de cierto. Ni ser cierto pudiera. Cuando pasen estas fiestas navideñas y las otras y las que vendrán, en fin, cuando todo vuelva a la normalidad, sea cuando sea, hablaremos del gobierno, pero sin prisa, porque el pueblo vota a la persona no al partido, vale como ejemplo Susana Díaz: más lejos no la podían haber botado... ¿Y entonces? Y entonces canta y no llores.

Desde mi impagable soledad estupefaciente contemplo cómo el gobierno de la tierra prometida sigue sin suscribir acuerdos de futuro y a cambio incentiva el respeto a la ciudadanía con barra libre y fallerío porque en esta tierra siempre estamos de fiesta. Lo dijo Ricardo Costa entre risas y alegrías, y ahora, me cuentan mis informadoras que está entre rejas (¡vaya!), o en capilla. Las puertas abren para afuera, o sea, de adentro hacia afuera, de no ser giratorias. Pero eso no es nuevo. Gracias.

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