martes, 11 de diciembre de 2018

Amores tuve.

La dama que no me deja ir por delegación me adelanta la cita para mañana porque no sé y quiere verme antes. (¿Antes de qué? Tiene años para regalar, pero no creo que me quiera incluir en su testamento. Por experiencia sé que no hace falta estar como una cabra para que te tomen por loco, tampoco para encerrarte en el manicomio. Ni para declarar amor eterno.

Me preocupa que me haya adelantado la cita y hasta que sepa porqué viviré en un sinvivir. Los dos sabemos mucho: ella de mí y yo de ella y aunque no saldríamos un viernes de mercado a comprar disculpas de quinceañeros enamorados... ¿Saben qué? Si alguien canta un tango sin venir la tristeza al caso imagino que está en juego su salud... En los años altos casi todo es peor que malo y nos saca de quicio. Ayer sin ir más lejos vi una mirada decidora clavada en el suelo y un sobrepeso y un estrés malo y la cara fatigada y etcétera. La salud. Amores tuve que de volver con la misma tragedia sin resolver... Gracias.

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