domingo, 30 de diciembre de 2018

Navidad y tres y se acabó.

Llegó el domingo, y por eso de tener que ir a misa y cantar la verdad... Realmente no podemos elegir cómo viviremos en un futuro, ni los años, ni las circunstancias, ni quién nos acompañará por el camino y, si pudiéramos... Realmente no podemos elegir porque lo inesperado impone, lo imprevisible ordena y la incertidumbre nos acorrala y claro, no tenemos escapatoria. 

Una vida, otra. Siempre igual. Y no nos vale la ayuda de un dios verdadero ni un dios poeta que lo explique. Estamos solos. Y solos seguiremos porque quienes tienen la posibilidad de enfrentarse a las situaciones adversas que nos aquejan como ciudadanos no dejan de mirarse el ombligo. Los políticos. Y eso es hoy, y eso fue ayer, y eso será mañana a no ser que les cambiemos las reglas del juego, ¿comprenden? Las reglas de juego de los políticos. No robar para los políticos sería como solucionar los problemas de los que siempre pierden... pero eso será imposible. De amor hableremos otro día ¿sí? Gracias.

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