viernes, 10 de enero de 2025

Algunos consejos no ayudan.

Me chiflan los libros de autoayuda. La Biblia, por ejemplo, cuando afirma que "hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero su fin es camino de muerte". No hay muerte natural, toda muerte es provocada: la violencia, la soledad, la enfermedad, la pobreza. El mayor descubrimiento es reconocer que hay caminos que andamos con total incertidumbre humana, pero con absoluta certeza personal, por ello, y es un parecer muy mío, es preferible andar una ruta escabrosa, que una placentera sin destino. Todos tenemos un destino y, vayamos donde vayamos, por suerte o por desgracia, nos hará dudar. Pero qué difícil es encontrar lo que buscamos cuando ni siquiera sabemos qué nos falta: para no dudar nada mejor que pasar directamente al problema. Hablo de mentes tercas, y la santa poesía que no falte por si queremos volver. "... y tras elegir los ojos de color negro azabache, los más tristes del relicario, clavó la mirada en tierra". Mujer: Pídele a tus párpados que vayan en ayuda de tu mirara y dile a quien dejaste ir que regrese con palabras nuevas (no me olvidarás tan fácilmente). Y llega el axioma a de soslayo: "Aquello que despertamos no podemos dormirlo". (Para que algunos consejos ayuden, hay que vivirlos). Gracias.

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