domingo, 5 de enero de 2025

El alcalde quiere morir otra vez.

La ignorancia de los dueños de los partidos políticos ha producido metástasis en las raíces del pueblo. Y los accesorios son necesidad y la necesidad hambre, pero no de justicia, sino de vendetta; no de pureza, sino de fachada, ni de grandes ideas, sino de éxitos con lentejuelas. Las apariencias se pasean sin moderación entre las manos que reclaman protagonismo y se avientan como el trigo cosechado entre quienes hacen negocios a por cientos con rentabilidad inmediata, mientras, el llanto de los necesitados evacua silente por las alcantarillas y con él las familias que no llegan a final de mes. Y ahora: ¿Quién dirá a la vanidad no te compro a ningún precio? ¿Quién se atreverá a darle la espalda a la razón? ¿Quién novará, aun estando enfermo de éxito la verdad por la mentira? ¿Quién negará la evidencia como prueba? (Un diagnóstico psiquiátrico y la virtual sanación es, sin lugar a duda, la luz al final del túnel. Démosle tiempo). Vuelvo arriba: Al ayuntamiento del Pueblo de Patricia llegó la nueva secretaria municipal y preguntó por el alcalde y el alcalde... ¿Y el alcalde? El alcalde, como siempre que tiene que dar la cara, huyó escaleras arriba. Mal asunto, tal vez haya que volver a la casilla de salida, como en el juego de la Oca. Me cuentan que las instrucciones de contabilidad para llevar a cabo la "Ley Reguladora de las Haciendas Locales" estaban en Chino, no en Español, ni en Valencià, y claro, no sé si me entienden... (Por eso el alcalde quiere morir otra vez). Gracias.

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