En los medios de comunicación todo gira en torno a los Presupuestos Generales del Estado. El Estatuto de los Trabajadores y el Salario Mínimo Vital. Y las pensiones de jubilados y pensionistas, y el precio de la electricidad, y las andanzas felices de socialistas y populares para renovar cargos institucionales de gran relevancia y el trasfuguismo de votos para la aprobación. Sería para lamentarse, pero no sé y no me lamento. La parafernalia a la que me acostumbraron los políticos es notable y se agrava con la llegada de noviembre y una boda por lo político a la que me invitaron y no podré disculpar la ausencia. En un país con más divorcios que casamientos me invitan a un casamiento ... Si algo me tenía que tocar me tocó lo peor. Hecho la vista atrás y es posible que no sea tan valioso ni decisivo como defiendo. Entonces, ¿qué hice bien que tal mal me desean? ¿Seré de esos que les fascinan las apariencias y los halagos? ¿Qué será de mis sueños comprometidos con la verdad y la honestidad a cualquier precio? Y lo peor: ¿Cómo puedo disculpar la ausencia sin ser causa de mi propio divorcio? Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario