Días atrás escribí acerca de que los más viejos se quejan de todo y que de lo malo lo peor y ellos más. Pero yo no soy esos, yo soy la preocupación y alguien perderá la cabeza por mí. A propósito de la cabeza, yo la pierdo si no llevo boina. La dama que vela mis sueños me lo tiene dicho: "no salgas de casa sin boina, que no te dé el sol en la cabeza que luego pasa lo que pasa". Y la dama que no me deja ir también, pero para tener la sensación de llevar algo sobre los hombros. ¿Quién le habrá dicho que tengo esa sensación? Ahora fíate. Los sanitarios se fiaron y el uno de noviembre a la fila del paro ... Y van 50.000. ¿Ustedes saben qué fue de un país que salía a las ocho de la tarde a aplaudir a los sanitarios por salvarnos la vida dejando la suya como aval? Pagaría lo que no tengo porque alguien entrara en de soslayo y me leyera y me transformara en alegría. Ser la preocupación en un país sin memoria es la muerte. Ojalá y la dama del síndrome de la interacción nula me dijera qué me impide interactuar para enviar a un país sin Dios y sin amor al carajo y a su gobierno a las próximas elecciones. Gracias.
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