Y después de darle vueltas a mil disculpas, acepto lo inevitable: en noviembre de boda. Y mi esposa, además de espetarme su frase más dañina: "ya te lo decía yo", confiesa no saber el día del casamiento ... Parece que mi esposa se adelantó a los acontecimientos. Aún hay esperanza. Entonces será o no, como todo en la vida, y la historia ya la iremos escribiendo ... Me dolerá aceptarlo, pero no encontraré otra manera de disculparme que ir con resignación ... Una boda por lo político es como aceptar que nos gobierne la izquierda con políticas neoliberales y un destino: "sálvese quien pueda y el último que cierre la puerta". Si alguien cree que el fin justifica los medios no sabe qué es la política ni cómo mantenerse en ella ... La política no justifica los medios, son los medios los que justifican la política ... (Si al fin hay boda, iré, y más allá de algunas bienvenidas amorosas, agradeceré a los contrayentes la invitación e intentaré devolver la confianza para tomar decisiones seguras de sí mismas. Y todo, sin ningún género de dudas). Miguel de Unamuno: "Hasta un ateo necesita a Dios para negarlo". Gracias.
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