viernes, 17 de septiembre de 2021

¿O todo o nada? Ay, Dios.

Sin ser psiquiatra o monseñor, me encanta dar consejos. A cierta edad todos somos sabios y damos consejos y, a pesar de saber que el hombre sabio es aquel que sabe lo mucho que no sabe, seguimos aconsejando a unos y otras o a quien diga para mí. Lo cierto es que pocos dicen para mí, pero los hay que van a lo suyo y cuando se dan cuenta no tienen salida fácil. 

Ahora es cuando pienso a qué viene lo de arriba. Escribo a vuela pluma y bien con tal de pasar el tiempo pero a veces no sé qué quiero decir ni por qué ni qué de qué. En la edad de la autoestima y los consejos soy más sabio. Y tiene que ver con los años vividos pero más con los libros. Me apasiona leer. Leer un libro y aprender. Y escribir. Me encanta como soy a pesar de no dominar la ironía para hacer reír y no llorar a la gente que conozco. O a la gente que en un descuido entra en de soslayo y me lee. Con esa gente quisiera compartir un desprecio, por un decir Calviño, Nadia Calviño, recuerden, y el SMI. Qué mal me cae esa mujer. Y por fin Pedro Sánchez cayó de la burra y, aunque tarde, se dio cuenta que el SMI, como los ERTE, y la reforma laboral y las pensiones y los Presupuestos Generales del Estado y etcétera, son parte del Diálogo Social... Gracias. 

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