lunes, 6 de septiembre de 2021

El acusado.

"No me falte el respeto, no soy cualquier cosa, soy el acusado". (El juicio a Cantinflas).

Llevo siendo el acusado sin sentencia y desterrado (tal vez como el emérito rey) hace mil de años y no soy optimista. Tengo esperanza, pero no soy optimista. Lo que podía haber sido una lección de vida fue lo contrario. Quien no acepta la realidad no sobrevive a la verdad y no recibe beneficios, solo llanto, caos, y confusión. Las circunstancias son evidencias y lo propio hubiera sido aceptarlo con humildad, pero no hubo manera y vamos a ver como caminamos (los caminos no se hacen solos, hay que hacerlos, caminantes) por el incierto devenir de la vida con orden y las mejores relaciones, que nunca fue sometido a estudio el porqué del amor ido. Al acusado sin sentencia el destierro le imprime carácter decisivo. (El verdadero problema para la democracia surge cuando un solo partido y un solo dueño navegan con viento favorable en lo que tiene que ver con el resultado electoral, que no con lo ético. Mientras, la oposición no es alternativa, y esa no es una buena noticia). Gracias.

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