"La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió". (Francisco de Quevedo). ... y el orgullo del ego.
De cuando en vez la vida nos empuja al abismo. Los desahuciados de la vida cada día son más y miran al cielo como única esperanza. ¿Qué le queda a quién pierde la esperanza? Quien no se consuela es porque no quiere. Y sin embargo, algunos se auto excluyen de la vida. Como los cuatro millones de españoles que sufren pobreza energética... Insisto: ¿Qué le queda a quién pierde la esperanza? Que el dolor no nos sea indiferente. En particular el que imponen los que cobran por encender la luz en la oscuridad de los que siempre pierden. No se trata de ganar, ni volver al amor que siempre queda. No se trata de nada que no sea burlar la realidad de los que siempre pierden y, como un único Dios, devolverlos a la vida sin esperar nada a cambio, pues ya cobraron. (¿A qué vinieron los buenos deseos para el año que comienza? De todos los cinismos el peor. La soberbia y el orgullo del ego alcanzarán su objetivo camino del cementerio... Y nadie los acompañará más allá). Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario