En un país vencido por la mentira, en casa del pobre, mueren las mejores esperanzas. Nunca y jamás: "Caiga quien caiga".
En tiempos de pandemia el mercado de los viernes está abarrotado en busca de disculpas. Las hay realmente buenas. Hay una que redime la conciencia: está hecha a la medida de los políticos más torpes. Para los más y para los menos, porque si hablamos de políticos, no podemos excluir a ninguno, son los más torpes cada uno por su cuenta y competencias. Y cuanto más alto, si en realidad lo están... ¿Lo que sube baja? Sí, no los imagino logrando sus sueños en bien de la comunidad. Hoy viernes, y de paseo por el mercado, encontré un puesto que vendía mentiras a medida de las necesidades con argumentos innegables. El tendero aseguraba que con sus mentiras se podía llegar al fin del mundo y volver. Cada loco con su tema. Fui a tomar café y a la vuelta estaba el sitio pero no estaba el puesto ni el tendero. ¿Dónde? Pregunté y disculpas ninguna, pero las mentiras con argumentos se las quitaron de la mano. (Está el país cómo para conceder el beneficio de la duda). Gracias.
"Da bienes fortuna que no están escritos: cuando pitos flautas, cuando flautas pitos. ¡Cuán diversas sendas se suelen seguir en el repartir honras y haciendas. A unos da encomiendas, a otros sambenitos!. Cuando pitos flautas...". (Luis de Góngora).
No hay comentarios:
Publicar un comentario