"Para mi corazón basta tu pecho, para tu libertad bastan mis alas". (Pablo Neruda). Sucede que me estoy cansando de ti...
Desde mi jubilación (¡ay, qué tiempos aquellos!), hago la colada y etcétera. Antes lo hacía mi esposa, además de trabajar en una empresa con denuedo. Yo nunca hice otra cosa que trabajar. Yo siempre fui una fiera para el trabajo. Trabajo de político jubilado. Lo cierto es que en mi vida di palo al agua. Aunque no fui un político demagogo. ¡Qué cabeza la mía!, arriba olvidé que además de la colada y etcétera, que no es poco, llevo al día una nostalgia. No niego el pasado ni el futuro que vendrá, ni dejaré de leer y aprender y escribir el día que más me gusta y denunciar a los políticos dependientes de lo prescindible y el aplauso fácil con comportamientos que hasta Dios -"No me acordaré más de su pecado". (Jeremías 31:34), se acordaría.
No reniego de na, pero los desprecios están ahí y son recientes. El coronavirus me tiene acorralado y los políticos no saben na, ni na de na. Los políticos van a lo suyo y a mí morir, si no es por amor... Y ya ni en Teruel se muere por amor. Gracias.
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