En la noche oscura escribo a ciegas, creo que le dicen retórica hueca, o sea, sin saber si es verdad o mentira, por lo que me obliga a hacer caso a lo que ven mis ojos. La misión del literato es atizar la morrada de la sociedad para que no caiga en las pocas ganas y los políticos en el extorsión, el abuso de poder, y etcétera. La corrupción de siempre. A la retórica hueca yo le digo literatura de lavadero municipal. Lo que se oye en el lavadero municipal es más fidedigno que lo que cuenta un político corrupto ante un juez. Yo no soy de mucho cantar la verdad, y aunque sé que no se puede desatar un nudo sin saber cómo está hecho, lo diga Aristóteles o la vecina chismosa, a una navaja de Albacete no hay nudo que se le resista. A los políticos irresponsables que en tiempos de pandemia viven una realidad paralela, les saldría a cuenta limpiar la porquería que tropa incívica deja al pasar. Y si una empresa desinfecta dependencias oficiales, pues una placa en la puerta lo dice, que no se le olvide ponerle fecha, no vaya la gente a pensar que hace meses que no desinfecta. (A veces piensas... Y aciertas). Gracias.
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