La culpa no tiene dueño... Si tú quieres, quiero yo. Hagamos un trato. La propuesta: Olvidar viejos rencores y recomenzar. Y aprender, que no sea por no saber. Confianza, la confianza es fundamental. Compañera, tú sabes, puedes contar conmigo.
¿Sabes qué? Me sigo reflejando en tu mirada. Te hago la propuesta en base al encuentro que mantuvimos considerando lo que dijimos, y sobre todo lo que callamos... Si la propuesta te coge por sorpresa diré que es sincera: soy no más lo que ven tus ojos y si dices sí no volverás a sentirte sola. El irrespeto que te tienen olvídalo ya, al margen de la propuesta. Intolerable. Reconoces que andas escasa de carácter para ciertos asuntos y a mí me sobra si no carácter mala hostia. Carácter o mala hostia, lo cierto es que vivo la década de la autoestima y poner a cada cual en su sitio es fácil. Estoy dispuesto a vivir con tal de que tú vivas, pero no a morir por ti. Hacer desde ahora y no desde después, cuando sea tarde. Además, te enseñaré los atajos que tienen los caminos. Por otra parte... (Esto ya lo sabes). En fin, atiza la modorra y deja de marear la perdiz porque en este país el día más soleado graniza. "Éramos cuatro muchachos. Conocí a Paul, lo invité a unirse a mi banda. Después se unió George y después Ringo. Éramos un grupo que se hizo muy, muy grande. Eso es todo". (John Lennon). Gracias.
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