Jugando con Ian, o para jugar con Ian, que no es lo mismo, primero tiene que tener claro o estar convencido de que me va a ganar y si no se enfada y no juega. Ian aún sabe lo que a los adultos se nos ha olvidado. Sabemos que quien no se arriesga no llega, pero asumir el riesgo sin sopesar las consecuencias es una locura. No comprendo y denuncio el estropicio: alguien pena y sufre en silencio. Podría iluminar su día, pero la vanidad y el orgullo lo tienen obnubilado. Y se fía de quien no debe.
Hay quien no le da importancia a las mentiras tenebrosas porque cree que son mentiras del inframundo o interesadas... Hay caminos por los que transita la mentira y tomarlos es de ineptos. Hay caminos que golpean voces calladas de espanto. Hay caminos que no se deben tomar, al menos cuando sabemos que hay otros saludables... La historia registra gente de buena fe que por fiarse de cualquiera acabó siendo carne de manicomio. Pasará el tiempo y llegará el día de enfrentar la mentira y se sentará quien se siente a tomar café y unas pastas de té y se hablará del futuro, la familia, y la economía pues el carrefur no fía... Y entonces aparecerá la verdad absoluta: "de la familia no hablamos, ni de amiguitos del alma, aquí venimos a otra cosa, aquí venimos a lo que venimos ¿comprendes? Y lo de llegar a fin de mes el dueño del sarao dijo no y lo que hay es lo que había o aproximado: lo tomas o lo dejas (ya)". La primera en la frente, pero hay más y no será por las buenas. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario