Esta noche soñé con el pueblo que nací del que no guardo relación de ningún tipo... Recuerdo su nombre y eso es todo. La cabeza la tengo dividida en compartimentos donde solo guardo los buenos recuerdos y el pueblo en el que nací ni sabía que era bueno. Nada es casual en mí, así que algo querrá decir. Después de una vida sin saber aparece y si hurgo en la cabeza tal vez aparezcan, desparramados, paisajes, anécdotas y rostros arrugados: los años pasan para todos. En mi pueblo había gente humilde, sincera, que abrazaba con ternura y entregaba su afecto sin recelo, en tanto la vaca no comiera las lechugas de la huerta del vecino. -"La mio vaca no". -"Che, cómo que no, mírala, esa vaca es tuya y me está comiendo las lechugas". -"La mio vaca no". También había gente terca, difícil, pero muy trabajadora, la mayoría trabajaba en la mina. Al oscurecer se reunían en el bar a beber sidra y picar carbón. Los picadores más picadores de la empresa, los que con una pala de carbón llenaban una vagoneta eran todos de mi pueblo. Por cierto, saben este: "L'home que nun tien mieu al llunes, tampoco lu tien al diañu". Se preguntarán a qué viene el refranero Bable al asunto... "La mio vaca no". ("¡Adiós la mio vaca pinta!"). Gracias.
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