martes, 15 de agosto de 2023

Hay que llevarse bien.

No lo quería creer, o pensé que lo podía impedir. La noticia es reciente, pero viene de lejos: mi esposa compró una oferta de "última hora" en una casa rural que no la podía desaprovechar. La vida que mi esposa con la mejor voluntad selecciona para compartir conmigo y el exclusivo placer es complicada. En resumen: hoy partimos de vacaciones a la montaña. Por miedo la felicito por la feliz idea, y la suerte. Estoy entusiasmado. En apenas unas horas de kilómetros estaremos felizmente allí. Una de mis virtudes conocidas es aceptar lo que diga mi esposa con una sonrisa en los labios... Hay que llevarse bien. El asunto es ese y no otro, porque llevarse mal traería consigo consecuencias de tragedia griega. Un desbarate. El porqué no quiero ir de vacaciones no son disculpas, son las moscas y los mosquitos. Romper con mi cotidianidad y separarme de mi ordenador que me ordena. No imagino lo que me espera, pero la bicicleta también se queda. Es un mal comienzo. Hay martes y quince peores que los martes y trece. Poco aprenderé. Si hay internet compondré unas misas de réquiem para de soslayo. Gracias.

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