Ayer llamé miserable al gobierno por pensar en el IBEX 35 y no en los que pierden. Pero a mi familia le va estupendamente: llegamos a fin de mes y de salud bien, gracias. Entonces, y pregunto: ¿Si al gobierno no le importa que los trabajadores que trabajan (y los parados) no lleguen a fin de mes, por qué me importa a mí? -Por vivir los años altos y haber pasado hambre de pan y justicia, tal vez. -Eso sí, claro, de viejo apenas recuerdo. -Pero no te impacientes, cuando los políticos no actúan y fingen ser la bruja de la bola de cristal que todo lo sabe, ni se imaginan lo que les espera por necios. Presumen y ofenden la inteligencia del pueblo. Nunca más volverán a conquistar nuestros corazones con ideales ni promesas. Alguna de las cosas que pueden hacer, cuya solución beneficiaría a los más necesitados, no las hacen. Y los que pierden siguen perdiendo y ya no les queda esperanza que perder. Aviso, y no es advertencia, es amenaza: Las oscuras golondrinas han vuelto en agosto y en Les Seniaes las noches de luna llena están manchadas de rojo distancia y las adversidades tienen la palabra. Gracias.
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