Jesús el Cristo, por boca de Juan, 5:4, dijo: "Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe". Luego llegó la verdad con diferentes razones y entre tanta confusión apareció la emoción más emocionante sin inspiración. ¿Pero qué emoción emociona sin inspiración? Exacto, como saltar a la política sin ideas ni ideales, ni el marxismo de antes que por ser de antes ya ni existe. Y sin debate político, sin saber qué hacer para convencer. Saber qué nos espera (convencerle). Ni siquiera qué propósito seguir ni qué destino vencer. La duda está en el aire. Fe, nos falta fe. No habrá sanción pero habrá excepcionalidad (se aprobará), autoridad, que el humano ser se pronuncie. En la vida lamentamos las oportunidades perdidas y las causas que las motivaron... En realidad ocurrieron y no le dimos importancia o las dejamos pasar de soslayo. Que no nos falte la curiosidad por las cosas para que se haga más llevadera la vida propia y ajena. (El contento de hacer cosas posibles por los demás es sensiblemente mayor que hacerlas por uno mismo). Gracias.
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