Esos oportunistas que se hacen llamar socialistas deben irse antes de que la historia los arroje al averno del castigo eterno.
El negocio inmejorable de ayer me hizo daño. Esos oportunistas que se hacen llamar socialistas y sus políticas neoliberales harían bien en irse... El partido político de mis amores no hace bien las cosas. Las familias no llegan a fin de mes y viene de lejos. El socialismo es la conciencia necesaria en los tiempos que corremos, pero no en manos de oportunistas o sociolistos. El socialismo sombrío se descolocó a propósito para guarecerse de sus promesas. Se evidenció la incoherencia a poco más de ganar las elecciones y tomar decisiones de gobierno contrarias a las familias. ¿No sabían? Aprender si no sabían nunca les importó, y acabaron exhibiendo las turbaciones que acarrea el poder y sus sempiternas inseguridades. La agenda social promete un otoño caliente, desafiante, y los elogios huérfanos de caricias no estarán cargados de ideales socialistas. El rojo no será tendencia este invierno, y quizá no lo vuelva a ser. (El Partido Socialista renunció a la movilización obrera). Gracias.
Última hora: Pepe Álvarez (UGT), "o nos sentamos ya en la mesa del SMI o no nos sentaremos en otras mesas". (La SER).
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