Corren tiempos de no fiestas, insensatos, de pocas ganas y mucha irresponsabilidad. Corren tiempos de hábitos peligrosos.
Estos días con eso de Messi y el Barça estoy de aquella manera y tendré que dejar para otro día ser feliz. Cuando estoy de aquella manera no soy feliz. Lo de Messi me llegó al alma. Y eso que yo para ser feliz lo digo y soy feliz. Ser feliz es el pacto al que llegué con el maligno para mantener la depresión a raya. Antes tenía amigas. Amigas tuve que me hicieron feliz. Pero harto de estar harto, como el poeta, harto de fantasías, pacte con el maligno y soy feliz y besos y abrazos y las pastillitas de colores para las amigas idas. Disculpen, me cuenta que no hay agua en casa y que me ponga en lo peor porque la cosa va para tragedia griega. Se podía ir a peor. Lo peor es lo mejor si la María inyecta en vena un poema de amor. Los hechos son intenciones. Los hechos no son amores. Un hecho o una intención. Una intención es ir a misa y no estar con Jesús el Cristo. Y un hecho una causa perdida. El desorden es la alteración del orden. (Mientras mantenga mi rutina estoy a salvo). Gracias.
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