viernes, 4 de septiembre de 2020

El literato.

"Aquello que no es raro, encontradlo extraño. Lo que es habitual, halladlo inexplicable. Que lo común os asombre. Que la regla os parezca un abuso. Y allí donde deis con el abuso, ponedle remedio". (Bertolt Brecht).

En democracia, el literato, es el encargado de estimular la modorra patológica de la ciudadanía resignada en sus miserias. Y animan a que defiendan sus derechos fundamentales por las buenas antes de llegar a las malas. A los políticos descuidados de sus obligaciones conviene decirles que no se llamen a engaño. Y dicho, si no toman nota y siguen a lo suyo que es hacer nada, la ciudadanía, está obligada a obrar en consecuencia por la vía judicial, y sí, entonces tomarán nota y solucionarán el estropicio... A los peores políticos les imprime carácter creerse intocables. (Tengo pruebas). La ciudadanía está obligada de defender sus derechos fundamentales. Y no caben chismes de lavadero ni disculpas de viernes de mercado: Los tribunales deciden y pública es la sentencia. A los políticos les chifla salir en la foto, pero no a las puertas de los juzgados. La suerte no tiene que ver, tiene que ver el camino andado y tropezar con la misma piedra. Joder, dona, nunca aprenderán. Hasta que el mal gobierno sea definitivamente abolido, como demanda procedente, los Tribunales de Justicia tendrán la palabra. Gracias.

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