Me gusta leer y leo y me apasiona escribir y escribo. Y también pienso, pienso y le doy mil vueltas a la cabeza. Y hoy pensé en lo que uno pierde por miedo a ganar... A veces, por amor, pagaría lo que no tengo por estar equivocado y perder. (Probe).
La dama que no me deja ir dice que soy caso perdido pero que mi enajenación mental para sí la quisiera. Al menos mientras dure la pandemia, le cae el mundo encima cuando ve a tanto imprudente de botellón festivo. Comparto su dolor y me cae bien, pero no puedo hacer nada: mi enajenación mental es mi mundo y mis delirios mi custodia, y la santa poesía mi espada que, con la distancia social, me hace sentir a salvo. Y por si fuera poca protección, la María, siempre me acompaña. A lomo de mis delirios escribo el día que me gusta y de cuando en vez un poema me explica la mezquindad que atesora el humano ser. El humano ser es infeliz por defecto de forma. El humano ser irresponsable no piensa en los demás. Siquiera en lo que es mejor para él. (El humano ser sufre tanto como tanto se quiere a sí mismo y más). Y el cadáver sigue bajando... Gracias.
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