No soy la bruja de la bola de cristal, ni el hombre del tiempo, ni siquiera antropólogo, pero lo que hoy me obliga a escribir es verdad. Créanme, lo pueden contar sin tapujos en el lavadero municipal. Hablo de política y digo que los políticos nunca se equivocan porque son listos. Parece imposible que no se equivoquen pero no se equivocan y es todo. Todo sería si cuando se equivocan, porque se equivocan: "el interventor paró el proyecto indicando que debía hacerse en dos fases". Sí, también es ilegal hoy y muchos años antes de hoy lo reconocieran. O callaran. En boca callada... Se equivocan aunque la verdad les asista. Pero siguen siendo listos y procuran rodearse de borregos. Ojo, no digo que todos los que rodean a los políticos son borregos, hay personas, pero son dóciles como los borregos. Los políticos son el pastor y su rebaño. ¿? O viceversa. (Si el de soslayo de hoy les causa asombro pidan a la Junta Electoral que en las próximas elecciones al lado de las urnas pongan pesebres y ya ustedes me cuentan si políticos o borregos... Humanos o artiodáctilos... O el cruce de ambas razas). Gracias.
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