lunes, 25 de noviembre de 2019

Què farem.

En el pueblo de Patricia... Ay, el pueblo de Patricia y en el pueblo de Patricia. Les cuento: hoy, tomando café en el bar a dos, como siempre porque en el pueblo de Patricia no hay más cera que la que arde a dos les oí decir, y de dos una. Disculpen, hoy me sale espeso el día. De dos, decía, una era madre, intuí cuando dijo que... Cuando su primer hijo se casó y se fue de casa, a dónde no lo oí, el caso es que... ¿Qué? Se fue de casa y le explicó que ella era su madre y ésa la llave de su casa y que volviera cuando quisiera y que fuera pronto. Y en ese plan se fueron yendo uno a uno sus hijos de su lado hasta que se quedó con su amante esposo sola y sin causa, como aquel rebelde sin causa, James Dean, ¿recuerdan? Bah, recordarán si tienen memoria porque hablo de un joven que lo fue en 1955. En fin, què farem, es el desahogo de una madre que volvió en un periquete donde todo comenzó después de media vida. Uno: "madre, perdí las llaves de casa". Dos: "madre, perdí el tren hoy y mañana, no me esperes levantada". Si aún sigue ahí, porque a veces uno... por favor, disculpen las salidas de pata de banco. Sintaxis, quise decir. Uno no sabe. Mañana sigo. Si les urge algo de mí pregunten a cualquiera por Les Seniaes y en el primer recodo, porque del primer recodo no paso si estoy solo. Y hoy estoy solo y no paso. Más solo que nunca. Gracias.

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