lunes, 18 de noviembre de 2019

La promesa de ayer.

Cuando todo se pone feo, y no hablo de religión que no entiendo sino de política que fue la promesa de ayer... Confieso que estoy del populismo inquisitivo de tanto "ex" que los vomito. "Ex-Gonzalez". "Ex-Aznar". "Ex-Rajoy". Y para mayor desprecio "Ex-Ibarra" lanza un ultimátum: "si Sánchez forma gobierno con lo peor de cada casa dejo el PSOE". ¡Vaya!. Como diría Flor de María en sus peores momentos, lo que es por mí, se pueden ir todos con la peor de las chingadas. Los "ex" en estado de guerra me alteran el psique de tal manera que creo que ya me fui... Lo cierto es que creí que estaban muertos y enterrados.

Como dije arriba, hablo de política que fue la promesa de ayer, y hablo de política aunque no entienda porque voto. Y ya me explico: este fin de semana tropecé una vez más con la falta de acuerdo entre las izquierdas de este país. Perdón, no quiero perderme entre mis cautelas, las palabras son comprometedoras y tengo una de gravedad extrema que quiero encumbrar a la categoría de amenaza: o la izquierda republicana de Cataluña atiende a razones de interés general y se deja querer en la investidura de Sánchez, o las próximas elecciones, porque de lo contrario habrá otras elecciones, voto VOX. Ojo, lo de hoy empezó ayer hablando de Dios creador de este mundo y sus historias inexplicables. O sea, la amenaza va en serio. Como en serio va el PSOE por algunos ayuntamientos que gobierna proponiendo mociones para frenar a VOX y no al PP. (¿Será por dinero? Mejor le iría al PSOE si se dedicara a perseguir a sus propios mentirosos hasta el umbral de sus mentiras antes de que sea tarde. Porque VOX, otra lamentable creación del bipartidismo, tiene 52 escaños y solo es el comienzo. Gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario