Cada madrugada, escribo el día que me gusta y aunque ustedes no lo crean o no se lo imaginan, si escribo de política y de corrupción (disculpen la redundancia), tengo indicios suficientes bajo sospechas de culpabilidad. Tampoco niego un poema macabro que tengo escrito desde lo más profundo del alma a la espera de investigación... Y ya me explico: En el pueblo de Patricia donde nunca pasa nada, una amiga ida, por las buenas me aconseja dejar de escribir el día que me gusta y leer los diarios ahora que tengo fibra ótica en casa y puedo leerlos. Antes no podía, la verdad es esa. Uy, no sé si les dije que al fin me instalaron la fibra ótica en casa. Reconozco que la fibra ótica es una maravilla. Aunque raro me parece que me la hayan instalado solo a mí y sin llamar a ningún fulano de tal ¿recuerdan? Una amiga ida pone su empeño para que deje de escribir el día que me gusta porque en el pueblo de Patricia donde nunca pasa nada en realidad pasa y nadie quiere que se sepa; ni interesa saber, que es peor y más doloroso. Y Mercedes Sosa cantó: "La cultura es lo único que puede salvar un pueblo, ¡lo único!, porque la cultura permite ver la miseria y combatirla. La cultura permite distinguir lo que hay que cambiar...". Gracias.
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