"Los muertos, por mal que lo hayan hecho, siempre salen en hombros". (Enrique Jardiel Poncela).
Y Patricia no está porque el asunto no va con ella. Un güelu a veces tiene que hacer de güelu y otras veces de padre, amigo o consejero espiritual. -Paciencia. -¿¡Qué paciencia!? Y a pesar de vivir los años altos aún me desenvuelvo de aquella manera. Nada es lo que parece. Mentir no es la solución, el autoengaño tampoco; la solución pasa por tomar la vida en serio porque quien dice ser no es y quien es está a la espera de saber si le van a dar vela en ese entierro.
Un sábado de fieles difuntos haré un brindis al sol y daré tiempo a una promesa (un portazo en las narices es poco si lo que está en juego es mucho), y sin embargo, el amor, porque hablo de amor, no es eterno y acabaré yendo con el viento fresco a mi impagable soledad: allí tengo paciencia para dar y tomar. Un güelu a veces hace de güelu, padre, amigo o consejero espiritual, pero no tiene paciencia, si como paciencia se entiende padecer y soportar. Gracias.
No hay comentarios:
Publicar un comentario