domingo, 4 de marzo de 2018

No has entendido nada. Y uno.

Cometió errores, conoció de cerca la vanidad y desconfió de quien la podía ayudar sin darse cuenta que quienes la despreciaron un día también lo despreciaron a él. La unidad hace la fuerza. No se trata de ir contra nadie, se trata de dejar las cosas claras ahora que las cosas claras han cambiado de dueño del retrete. Hubiera bastado con tirar de la cadena. ¿Y ahora cuánto tardarán en volver a bifurcarse? Disculpen, acabo de recordar que se ha dado por vencida. Pero cómo duele cuando al fin te atreves a dar salida un sentimiento y te das cuenta que su corazón ya tiene dueño.

Renovar esperanzas. Alcanzar metas. Hacer camino. Vivir el día, o mejor escribirlo para que no duela el alma cuando la tormenta viene de cara. Un domingo de ir a misa y decir la verdad no puedo sino aclarar para que nadie se llame a engaño que, si algo muere, necesariamente algo nace. (Tras meses de un masoquismo sin precedente en mi vida al amparo de una promesa idílica e incapaz de hacerte comprender que Les Seniaes es el paraíso donde todo comenzó y que todo es posible, me entrego a la resignación pese a estar convencido de que no has entendido nada). Gracias.

1 comentario: