domingo, 11 de marzo de 2018

La canción del verano.

"Cuanto peor mejor para todos y cuanto peor para todos mejor. Mejor para mí el suyo beneficio político". (M. Rajoy).

A mi esposa la han despedido del trabajo. Mi esposa es una trabajadora ejemplar pero la han despedido. Cumple con su cometido pero este año Les Falles caen en fin de semana y tres días son demasiados días para cobrar sin hacer nada. Eso sí, le han prometido que el martes la volverán a llamar. Entre una de las más notables particularidades del Estatuto de los Trabajadores de Rajoy está la que avala los ilegalidades de sus amigos los grandes empresarios. La cruda realidad permanece inmutable en este país. Es evidente que a Rajoy no lo tengo en estima, pero no me digan ustedes que despedir a una trabajadora el viernes para volver a contratarla el martes aparece en algún artículo de la Ley de Justicia Laboral porque entonces me tiro al monte y mi ordenador que me ordena se encargará de escribir el día. De siempre quise saber cuándo perdemos la inocencia, pero ahora, en los años altos, lo que realmente quiero saber es cómo pudimos caer tan bajo como país. ¿Volveremos a recobrar nuestros derechos laborales? Qué triste no recodar, y peor que hayamos perdido la esperanza... Eso nunca se volverá a ver en la historia de este país. Gracias.

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