lunes, 5 de marzo de 2018

No has entendido nada. Y se acabó.

Poco tengo que enseñar y menos que demostrar, pero sé que a este mundo no venimos a sufrir... No obstante, hay que pagar por vivir, eso es así, y a veces un alto precio. Vivir exige sacrificios que no siempre estamos dispuestos a pagar. Seré sincero, así que no se fíen de lo que diga o sí, el miedo es libre: Exigencias hay que huelen a chantaje y no, son lecciones de vida. ¿Digo son o digo fueron? A alguien puse una prueba como lección de vida y no la superó. Si fuera una operadora del hemisferio sur ¿Sí? Luego de mantener una de esas conversaciones que nunca entiendo, al valorar de 0 a 10 la atención recibida y la solución del problema y patatín, a cada pregunta respondería 0, 0, 0 y 0.

En fin, mientras el alma llora y aparecen los recuerdos que el tiempo desvaneció queda el desamor y un lugar donde guarecerse en el invierno frío. Siempre habrá razones para vivir y disculpas para decisiones tomadas de antemano. (No sé tú, pero yo recuerdo el día en el que quedamos para hablar de amor cuando todo acabara, o sea, ya podemos hablar de amor, de los hijos, la familia, y lo que vaya saliendo... -"Ja parlarem"-. Sí, no has entendido nada). Gracias.

1 comentario: