En el prólogo de Don Quijote, Miguel
de Cervantes, advierte:
"Desocupado lector: sin juramento me
podrás creer que quisiera que este libro, como hijo del
entendimiento, fuera el más hermoso, el más gallardo y más
discreto que pudiera imaginarse. Pero no he podido yo contravenir al
orden de la naturaleza, que en ella cada cosa engendra su semejante.
Y, así: ¿Qué podía engendrar el estéril y mal cultivado ingenio
mío, sino la historia de un hijo seco, antojadizo y
lleno de pensamientos varios y nunca imaginados por otro alguno, bien
como quien se engendró en una cárcel, donde toda incomodidad tiene asiento y donde todo triste ruido hace habitación".
No niego que hubo un tiempo que tuve
más lectores, y que de Cervantes tengo el libro de don Quijote y otros, pero ni en sueños su ingenio. Tampoco, como dice Martín, sé
distinguir entre la decepción y la desilusión. Martín considera
que depende de cada persona el daño que produce la decepción o la
desilusión. (Si digo Martín digo Tino Pertierra).
Lo cierto es que mis lectores me
abandonaron. Sin embargo,
como quedó demostrado ayer cuando hice los análisis de sangre en el Centro de Salud (la dama que vela mis sueños me sigue de cerca), de quince personas que éramos, solo a mí me
saludaron: entre ellos no intercambiaron ni una triste mueca. Y yo creyendo que pasaba de soslayo
por el pueblo de Patricia ahora sé que me
confunden con uno de ellos. Cada cual con sus miserias. Lástima. Tendré que salir de casa y hacer amigas
y otro amigo. Si lo consigo, será una relación sin futuro, como tantas otras, en singular... Uy, lo dejo que voy por mal
camino y todos los caminos conducen a Roma. Qué no daría porque Martín me explicara la diferencia que existe entre la decepción y la desilusión. Gracias.
Ánimo ...
ResponderEliminarNo te abandonaron más bien se les acabaron las palabras como a mi., supongo. Te leo y me voy con mi opinión apretada entre los labios. Es mejor así supongo.
ResponderEliminarSonríe tus letras tienen magia para mi. Algo es algo digo yo.
Un abrazo
Buenas madrugadas.
ResponderEliminarEspero te hayas repuesto del susto, tanta maldad no cabe en el corazón de un pueblo que se muere de hambre y enfermedad, pero hay que levantarse. De eso nadie sabe tanto como tú.
Lo de las letras mágicas es secundario, pero gracias. Y beso.
Salud.
Está pasando ya esta euforia de ayudar.. Poco a poco todos regresa,os a nuestra rutinaria vida menos los afectados. El gobierno sigue haciendo de las suyas, quizás debimos haber aprovechado esa euforia de unidad para acabar con los que nos tienen con el agua al cuello. Quizás debimos empezar a luchar por la libertad. Quizás pero creo que otra vez no fue tan grande la desgracia como para rebelarnos.
ResponderEliminarUn abrazo eterno.
Leí que después de una gran catástrofe sube el PIB. Quizá tengas razón al decir que no fue tan grande la desgracia... Gracias. Beso.
ResponderEliminarSalud.