Vengo de Les Seniaes y, de nuevo me apena informar por este medio, que ha desaparecido la flor de azahar de los naranjos. Si
hace días Les Seniaes lucían divinas ahora también, porque la
naranja está cojiendo definitivamente su color, pero el azahar se ha
ido a tierra. Me cuentan que no es tanto el cambio climático, que
esto ocurre cuando no llueve y los naranjos no saben si es otoño o
primavera o vaya usted a saber considerando cómo está el país. Es ver el Telediario y echarse a llorar: Arde Galiza, arde Asturias y arde Catalunya, Catalunya arde
por dentro y por fuera. El mundo al revés. Tal vez pudiera ser evitable, pero pirómanos unos, y tercos como mulas otros, no sé. Y Les Seniaes que no llueve y los naranjos
que, como yo, no sabemos el día que vivimos.
De alguna manera estamos confundiendo los valores humanos. Supongo que cuando nos hayamos dado
cuenta del papel que jugamos en la naturaleza y en el país con las
normas que nos hemos impuesto, la serenidad y la armonía vuelvan a jugar un
papel de comunión que se pueda explicar con palabras y no con inefable misterio. Gracias.
Ciertamente...
ResponderEliminar